El Qi-gong es el arte de manejar la energía, especialmente para la salud, la fuerza interna y el entrenamiento mental. En chino “Qi” significa energía, pronunciada y muchas veces escrita “Chi” en Occidente. El Chi es una de las energías que nos capacita, para caminar y hablar, trabajar y divertirnos, y para realizar las actividades necesarias para vivir.

A través de la práctica regular del Qi-gong, vamos a prevenir y curar desarreglos en nuestra respiración, dolores y problemas musculares o/y orgánicos, así como trastornos mentales y emocionales. Debemos llevar las enseñanzas del Qi-gong a la vida cotidiana, uno de los aspectos más profundos y bellos del Qi-gong es que nos ofrece pautas de comportamiento que nos ayudarán a llevar una vida más sana y feliz, tomando conciencia a lo largo del día del cuerpo (espalda recta, cara, hombros, pecho, abdomen y la zona lumbar relajados), evitando toda clase de tensiones físicas o psíquicas. La respiración (profunda y lenta), tratando de no llegar a alterarse, pero si ocurriera, utilizando la respiración y relajación para recobrar el equilibrio. La mente / espíritu, centrándose en todo momento en lo que se está haciendo y viviendo el presente, cultivando la serenidad y el equilibrio (yin / yang).

El Qi-gong es trabajar todos los días por tener un cuerpo más sano, fuerte y flexible, una mente más aguda y equilibrada y un espíritu sosegado.