Desde pequeñ@s nos acostumbran a que las instrucciones vienen de fuera, cómo se hacen las cosa, cuando… esto sí, esto no… parece que solo podemos aprender si alguien nos enseña. No digo que l@s niños no necesiten unos límites, un acompañamiento… pero creo que solo eso, un acompañamiento amoroso y sobre todo un ejemplo coherente al cual poder seguir.
Nadie nos enseña a nacer, ni a voltearnos, ni a caminar, ni a hablar… Son cosas que vamos conquistando, cada un@ a su ritmo, siguiendo su propia sabiduría interna y apoyándose en lo que ven, a los más mayores en la verticalidad…
Creo que con la danza sucede lo mismo… cada persona tenemos una forma de movernos que es personal si nadie nos moldea desde fuera. Y que es esa forma auténtica la que nos permite expresarnos de forma única y valiosa.
Las sesiones de danza infantil que ofrezco son espacios de exploración básicamente libres aunque a veces, cuando lo siento necesario hago alguna propuesta para que l@s niñ@s vuelquen la atención al cuerpo, su movimiento y cómo nos influye la música en él.
Es un espacio de juego a través de la danza, la plástica corporal y la voz donde cada un@ exploramos nuestra relación con el espacio, las otras personas y nuestras posibilidades de expresión a través del cuerpo…
En cada sesión hay una selección de música del mundo que nos invita a viajar a través de una ola para que el viaje sea rico en colores y texturas.
Sumo la posibilidad de estar en la sesión desde artes más plásticas, cómo plastilina casera o pintura porque no todos los días nos apetece bailar.
Os invito a probar la próxima sesión que será cómo siempre en De Shan Gong de 17 a 18h.
El precio de la actividad mensual: 25€